Nuevos instrumentos de financiación empresarial para la renovación tecnológica de la empresa

Alicante, 28 de agosto de 2009 – El transcurso del tiempo y la coyuntura actual obligan a la empresa a mantener la tecnología actualizada conforme a la demanda del mercado, pero esta renovación tecnológica ha de ir en equilibrio con un mejor control presupuestario de la empresa.

Los equipos, habitualmente son costosos, y más si requerimos de tecnología avanzada, por lo que debemos plantearnos cómo podemos renovarla cada cierto tiempo de la forma que resulte más beneficiosa para la empresa. En este marco, el leasing y el renting están perfilándose como solución a la compra tradicional sin repercutir en el endeudamiento de las empresas.

El leasing o arrendamiento financiero es una fórmula de financiación a largo plazo, consistente en un contrato de arrendamiento de bienes muebles o inmuebles en el cual la compañía de leasing adquiere los bienes previamente elegidos por el cliente cediendo su uso y disfrute a éste durante un periodo de tiempo determinado contractualmente, y por el que el cliente pagará unas cuotas periódicas, las cuales incluirán la amortización del nominal, intereses por la financiación e impuesto que corresponda.

Al finalizar el periodo de arrendamiento se podrá optar entre adquirir el bien por el valor residual, renovar el contrato o también, devolver el bien a la entidad financiera.

El renting o arrendamiento operativo es un contrato mercantil de alquiler a largo plazo, el cual no busca la propiedad del bien sino su uso durante la duración estimada del contrato. En las cuotas periódicas que abona el cliente (que son fiscalmente deducibles), la empresa de renting incorpora una serie de servicios complementarios relativos al mantenimiento del equipo (seguros, reparaciones, etc.). Cuando finalice el periodo de arrendamiento se podrá optar entre devolver el bien a la sociedad de renting, o prorrogar el contrato del mismo.

La preferencia entre leasing y renting dependerá de los objetivos que persiga la empresa, de su dimensión y de los factores de tipo contable fiscal a los que se quiera acoger. A una empresa que obtenga beneficios le interesará recurrir al leasing para aprovecharse de la amortización acelerada y rebajar su factura fiscal, por el contrario, una empresa que obtenga pérdidas, optará por la opción de renting por el control de costes que le permite.

La evolución tecnológica es cada vez más rápida y las empresas se ven obligadas a renovarse de una forma flexible. En situaciones económicas como la actual, estas nuevas formas de financiación empresarial nos van a permitir la adquisición de equipos que pueden ayudarnos a permanecer tecnológicamente avanzados sin tener que comprometer nuestros recursos económicos a corto plazo.

Encarnación Llópez Penalva

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